El juez Manuel Marchena renuncia a presidir el Tribunal Supremo (TS) y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) porque no quiere que 'le politicen'. Es más, en su comunicado (ver adjunto) presume de su independencia.

De esta forma, se ha desligado del acuerdo político entre PSOE y PP para repartirse el órgano de gobierno de los jueces. Un pacto que en su día fue criticado por Ciudadanos, pues su líder, Albert Rivera, lo calificó de "escándalo y vergüenza" por ser un reparto "a dedo" del CGPJ y subrayó que "el Poder Judicial no es un supermercado". Claro que dicho acuerdo tampoco gustó a Podemos, a pesar de que el PSOE le iba a ceder algunos sillones (en total, habría 11 miembros progresistas de los 20 que forman el CGPJ y otros nueve conservadores): anunció que iba a votar en contra del nombramiento de Marchena ("evidentemente, Marchena no nos gusta", afirmó la portavoz adjunta de Unidos Podemos en el Congreso, Ione Belarra, recordando que este magistrado "no quiso imputar a Pablo Casado por su máster) porque prefería que se eligiera a una mujer para presidir el CGPJ.

Rivera (Cs) señala que Marchena ha puesto la dignidad y Casado y Sánchez, la vergüenza en este reparto de cromos en la Justicia

Las reacciones a la renuncia del juez Marchena no se han hecho esperar. Desde Ciudadanos, Rivera ha mandado un mensaje a Pedro Sánchez y a Pablo Casado: "Tiren a la basura ese pacto de la vergüenza y voten la ley de Ciudadanos para que los vocales del CGPJ sean elegidos por los jueces", ha señalado en su entrevista para 'Espejo Público' en Antena 3. "La dignidad la ha puesto Marchena y la vergüenza la han puesto Casado y Sánchez", ha añadido, aludiendo al "reparto de cromos en la Justicia". Mientras, el presidente del Gobierno ha comprendido la renuncia de Marchena, culpando al popular Ignacio Cosidó (por sus mensajes en un grupo de WhatsApp, donde presumía que con Marchena en la presidencia, podrían controlar "la sala segunda desde detrás", en alusión a la Sala de lo Penal) y ha pedido al PP que no rompa la negociación. 

Ahora, tras la renuncia del juez Marchena, hay que volver a empezar el proceso, aunque existen pocas esperanzas de renovar el modelo. Todo parece indicar que los partidos políticos volverán a nombrar a los jueces según cuota. Claro que los populares se han puesto algo duros, dando por roto el acuerdo y echando la culpa a la "irresponsabilidad" del Ejecutivo por la renuncia de Marchena: "Suspendemos la renovación hasta que la ministra Delgado sea cesada. Es la más cuestionada", ha señalado el vicesecretario general del PP, Javier Maroto, en RNE. Y al hilo de esto, desde Ciudadanos, el vicepresidente primero del Congreso y diputado, Nacho Prendes, ha afirmado que es "patético" que el PP quiera desmarcarse de un acuerdo en el CGPJ del que hasta ahora se felicitaba. 

El PP se pone duro y suspende la renovación del CGPJ "hasta que la ministra Delgado sea cesada", según anuncia Javier Maroto.

Pedro Sánchez quiere que los miembros del poder judicial continúen eligiendo los jueces. Casado prefiere dar pábulo a los jueces para que elijan a sus jefes

Y, por cierto, salvo cambios de última hora, Marchena podrá mantenerse como presidente de la Sala Segunda (de lo Penal) del TS, cargo para el que fue elegido en septiembre de 2014. Es decir, estará al mando del juicio del procés dictando sentencia sobre Oriol Junqueras y otros líderes independentistas, a quienes la Fiscalía del Supremo acusa de rebelión. 

Pedro Sánchez prefiere mantener el método actual para nombrar a los miembros del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Sin embargo, Pablo Casado quiere dar más pábulo a la cooptación: que los propios jueces nombren a quienes les van a dirigir. Que sean los ciudadanos quienes elijan al poder judicial... de eso no se ha hablado. Pero podría hablarse.