En el artículo 'No hay crisis en el periodismo', Vicente Lozano revela que es bueno que nos fijemos en Estados Unidos cuando en el año 2009 la crisis económica profundizaba en la herida, que la televisión e internet habían abierto en los grandes grupos de prensa escrita y amenazaba su supervivencia, desde el Senado de los Estados Unidos partió una iniciativa para estudiar su futuro. El Subcomité de Comunicaciones, Tecnología e Internet convocó una sesión el 9 de mayo de ese año, presidida por el hoy secretario de Estado, John Kerry (en la imagen), para analizar el estado de una cuestión que preocupaba a los políticos porque eran conscientes de que la democracia norteamericana no podía permitirse el lujo de perder ese contrapoder que siempre ha sido la prensa escrita. En aquella sesión participaron la fundadora de The Huffington Post, Arianna Huffington, la entonces ejecutiva de Google, Marissa Mayer, el presidente de la New America Foundation y antes director ejecutivo de The Washington Post, Steve Coll, y otros ejecutivos y periodistas de diarios nacionales y locales. De allí salió un documento, denominado The Future of Journalism. "El periodismo de hoy ha destapado una trama de 'oficial' espionaje en el país más poderoso del mundo. Las penurias de la prensa no suponen el fin de la profesión". No es aventurado decir que en estos momentos se hace mejor periodismo que nunca. ¿Alguien duda lo que ha supuesto la televisión en el ascenso social de Podemos y de Ciudadanos? ¿Han navegado por los impresionantes reportajes de investigación audiovisuales de The Guardian o del New York Times? ¿No seguimos con interés las apasionantes crónicas de los corresponsales y enviados especiales en Siria, Irak, Afganistán o Nigeria? En nuestro país, el periodismo ha desenmascarado al mayor estafador de la política desde la reinstauración de la democracia, Jordi Pujol, y ha desalojado del cargo con sus investigaciones a varios presidentes autonómicos. En definitiva, se hace tan buen periodismo como en cualquier otra etapa histórica. El periodismo no está en crisis. Lo que está en crisis es el modelo de negocio tradicional de la prensa escrita. Quizá desde la propia profesión caemos en el lógico error de pensar que la pérdida de influencia de los periódicos tradicionales va a suponer el fin del periodismo, pero nada más lejos de la realidad. Los diarios impresos "siguen marcando la agenda política de este país". La pregunta clave es ¿tienen futuro las empresas editoras de periódicos? Acaba de celebrarse en Washington D.C. el Congreso de Editores y Publicitarios que organiza todos los años la Asociación Mundial Editores (Wan-IFRA), que se inició con esta pregunta: "¿Habrá periódicos impresos en 2040?" y con esta respuesta: "Nadie lo sabe". Es muy significativo que los editores y las grandes compañías de internet como Google y Facebook, se hayan acercado para explorar un futuro en común. Google ha firmado un acuerdo con importantes empresas informativas europeas para ayudarles con recursos y tecnología en su transición digital. Y mucho más significativa es la alianza comercial de Facebook con grandes medios anglosajones, entre ellos The New York Times, para incluir directamente sus noticias en la red social, accediendo así a un quiosco digital de 1.400 millones de personas.

Clemente Ferrer

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