Cuatro años y cientos de millones de dólares le ha supuesto a Google su intento de emular a Facebook con el fracaso de Google que ahora parece que comienza a dejar caer en el olvido. Ya no se requiere a los usuarios contar con una cuenta en la fallida red social del gigante de las búsquedas para acceder a YouTube. Google ha recorrido un largo camino lleno de situaciones complicadas e incluso embarazosas para construir su propia red social con la que hacer frente a Facebook. Años de lecciones que no le han servido para comprender el poder de comprensión de los medios sociales que tiene la compañía de Mark Zuckerberg. Lo cierto es que la razón que llevó a Google a lanzar Google no ha desaparecido y es posible que el fracaso no haya hecho sino acrecentar aún más sus deseos de alcanzar su meta. No es que la compañía esté ahora más cerca de lograrlo que antes sino que puede tomar un atajo como sería la compra de Twitter. Su afán por contar con una potente red social no reside directamente en hacer frente a Facebook o conseguir una nueva plataforma a través de la que colocar publicidad. El motivo lo encontramos en sus ganas de conseguir datos de los usuarios en tiempo real sobre sus hábitos lo que le ayudaría a afinar aún más los algoritmos sobre los que trabajan su publicidad y resultados de búsquedas. Desde el nacimiento de Google nos encontramos inmersos en una época en la que el conocimiento de los datos que nos proporcionan las redes sociales se ha convertido en algo tan importante como vigilar el tráfico que se dirige a los contenidos o publicidad a través de las búsquedas. La caída a mínimos históricos de Twitter en Bolsa rebaja considerablemente su precio en una hipotética compra. La red social siempre ha defendido que quiere mantenerse como una empresa independiente pero lo cierto es que su situación favorece el que Google pudiera hacerse con la plataforma de "microblogging" por unos 20.000 millones de dólares. Candidatos para hacerse con Twitter no faltan: Facebook, Apple, Microsoft y Amazon son algunos de los posibles compradores. Clemente Ferrer clementeferrerrosello@gmail.com