Seis meses después de la peor jornada de violencia anticristiana en la historia de Sri Lanka, un grupo de supervivientes de los atentados de Pascua compartió su testimonio de fe y su dura experiencia al padecer en carne propia la persecución a los cristianos, recoge Infocatólica de Asia News.

«No estamos exultantes por el hecho de que nuestras vidas hayan sido salvadas, porque las bombas se llevaron a tantas personas», indicaron las cristianos. «Es un dolor físico difícil de soportar. Todavía sentimos que ellos fueron al lado de Nuestro Señor». Las heridas causadas por las balas ya cerraron, pero no así el impacto de la violencia. «Si bien ya transcurrieron seis meses, nuestras lágrimas, nuestras pérdidas y nuestra agonía son muy fuertes. Un día las heridas físicas curaran, pero aquellas no se curarán jamás. Necesitaremos mucho tiempo antes que la vida vuelva a la normalidad».

Los fieles manifestaron su convencimiento de que las 263 víctimas fatales son mártires y que la fe es el único fundamento auténtico para continuar adelante

Los fieles manifestaron su convencimiento de que las 263 víctimas fatales son mártires y que la fe es el único fundamento auténtico para continuar adelante. «Sólo las oraciones, una buena relación con el Señor y con María son la salvación para los católicos. Yo sé eso y se lo recuerdo siempre a mis nietos», comentó Theresa Haami, de 68 años de edad. «No tenemos todavía una respuesta cierta de la ley. De todos modos, nuestra fe simple es igual que antes de la tragedia. Nadie puede cambiar nuestra fe en Dios».

Para la cristiana, el ataque significó «una lección espiritual y física al país y al mundo». «En términos espirituales, (nos hacen entender) que debemos estar listos en cualquier momento a abandonar la vida terrena y responder a la llamada de Dios», explicó la víctima. «Desde el punto de vista físico, las autoridades deben crear un país pacífico, un ambiente que proteja a todos los habitantes, de modo que podamos vivir como una nación libre».

Papa Francisco: aún hoy hay cristianos perseguidos, más que en los primeros siglos

Precisamente, por atentados como el de Sri Lanka, el Papa Francisco pronunció estas palabras recientemente:  "Aún hoy hay cristianos perseguidos, más que en los primeros siglos. Más".

En el marco de uno de los antiguos lugares de sepultura de los primeros cristianos de Roma, el Papa comenzó su homilía -que pronunció de modo espontáneo- recordando que se trataba de la primera vez en su vida que entraba en una catacumba, lo que representa de alguna manera “una sorpresa” que, además, “nos dice tantas cosas”. Sí porque “podemos pensar en la vida de estas personas, que tuvieron que esconderse, que tuvieron esta cultura de enterrar a los muertos y celebrar la Eucaristía aquí”... “Un momento feo de la historia”, que sin embargo no se ha superado puesto que “aún hoy hay algunas, recoge Vatican News.

Francisco añadió que las catacumbas, la persecución y los cristianos junto a las lecturas lo hacían pensar en tres palabras: identidad, lugar y esperanza. Y desarrolló brevemente estos conceptos diciendo que “la identidad de estas personas que se reunieron aquí para celebrar la Eucaristía y alabar al Señor, es la misma que la de nuestros hermanos de hoy en muchos, muchos países donde ser cristiano es un crimen, está prohibido: no tienen derecho”. Sin embargo, agregó, “la identidad es esto que hemos escuchado: son las Bienaventuranzas”.