La fiesta de Reyes Magos es la fiesta de la ilusión. El hecho de que sean los niños los protagonistas, porque son los receptores de los regalos sostenidos en la ilusión mágica de los Reyes, puede que nos haya hecho perder el objetivo real de la fiesta y se haya quedado en una mera fecha de hacer regalos, casi siempre pensando más en nosotros mismos que en los niños, y me explico.

Los niños son la hermosa excusa que usamos a menudo para disfrazar nuestras debilidades internas satisfaciéndonos en ellos -en los niños-, cuando les regalamos por capricho, avaricia e incluso egoísmo. Porque lo que realmente nos llena es poder hacerlo y cuanto más regalemos, en cantidad y volumen, más consolamos nuestra soledad.

Cuatro criterios para regalar: algo práctico, cultural, que sirva para jugar y también para pensar

Naturalmente hablo de esos padres, abuelos, tíos y padrinos que no tienen medida haciéndose presente en ese día delante de sus pequeños olvidando que los Reyes Magos es una fiesta donde la humildad en el presente y la necesidad de ellos deben ir de la mano. En la búsqueda de la mejor educación y formación de nuestros hijos, considero que la medida justa para regalar en este día pasa por cuatro regalos máximo.

Estos cuatro presentes deberían estar repartidos en las siguientes porciones para cubrir los objetivos:

  1. • Un regalo dedicado a algo práctico, ropa necesaria como calcetines, calzoncillos, camisetas o zapatos para el cole... No accesoria como abrigos top, jersey de moda, pantalones de marcas, etc.)
  2. • Un regalo cultural, como libros, entradas a una obra de teatro, visita a un museo con los abuelos, los tíos o papa y mamá. También la suscripción a una revista adecuada a su edad.
  3. • Un regalo de jugar, a ser posible para compartir en grupo como los juegos de mesa. También son muy útiles los dedicados a la formación intelectual como los puzzles, ajedrez o los de construcción que desarrollan la imaginación y la visión espacial.
  4. • Un regalo que le haga pensar en aquellos menos favorecidos, quizá de los mundos que existen y que por sus condicionantes sociales o geográficos no tendrán facilidad de llegar a conocer.

En este aspecto hay tiendas solidarias que pueden ayudarnos mucho a seleccionar algo adecuado a la edad de los que van a ser regalados, porque normalmente en esas tiendas acompañan al producto una breve memoria de dónde y quiénes fabricaron ese juguete o el utensilio y podrán de esa forma conocerlo.

Las condiciones no son iguales para todos, por eso son una buena opción las tiendas solidarias 

Y aunque no lo incluyo en la lista, considero que dentro de los objetivos de que el niño se pueda también sentir Mago, animarle a deshacerse de juguetes que todavía estén útiles y completos. Desprenderse de alguno de sus juguetes y donarlos (regalarlos) a otros niños similares en edad a ellos mismos.

Los Reyes Magos no sabían qué se encontraría, siguieron una estrella que, por razones humanas y científicas, querían saber qué era, y se toparon inopinadamente con Dios. El evangelio del día, al final dice así: Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra. Es decir, ellos no llevaban regalos preparados, sino que desbordados por el descubrimiento le regalaron de lo que llevaban para un viaje, que no sabían a dónde les llevaba ni cuánto tiempo estarían fuera de sus hogares. Se desprendieron de lo que posiblemente les sería necesario.

Es el espíritu de este día: dar al que no tiene y dar de lo que posiblemente estamos cortos: generosidad, servicio, atención al pobre y amor... Todo muy contrario a la autosatisfacción personal porque yo lo valgo.

El final de los tiempos (Sekotia). José Javier Esparza. Una novela de corte distópica con un trasfondo importante cristiano, pues ante la envolvente de los poderosos para dominar el mundo la muerte se se ceba con ellos y los protagonistas son los que ven en los signos en el fondo la trascendencia de los actos como signo imperdible para salvar al ser humano.

Fuego en el Misisipi (Libros Libres). Juan Antonio Pérez Foncea. Novela histórica magníficamente narrada como solo Pérez Foncea es capaz de hacerlo.Versa sobre la participación española en la independencia de Estados Unidos que fue decisiva desde el punto de vista militar, económico y logístico. Quizá en algunos Estados de América se sigue celebrando la Hispanidad como fruto del agradecimiento de aquello, aunque años después les traicionaran en la Guerra de Cuba. Paradojas... 

Vidas ciputudas , de Jorge Bustos. El filólogo y contertulio más famosos y polémicos del panorama periodístico actual se ha lanzado en 2018 con un ensayo de ensayos sobre personajes históricos españoles que dejaron poso en todos nosotros, aunque algunos pretendan negarlos o contradecirlos. Personajes conocidos unos y menos otros, un libro francamente a tener muy en cuenta.