Las cifras de contagiados por Covid siguen bajando, aunque el dato más importante, el número de muertos, no sólo no baja sino que incluso aumenta. Esperemos que sea el decalaje habitual entre infecciones y letalidad. Pero el desfase empieza a resultar llamativo.

¿Qué significa esto? Nadie lo sabe… como no se saben las variables claves del virus: ni su origen, ni la eficacia real de las vacunas, ni los efectos secundarios de las mismas así como el uso retrasado de medicamentos.  

Moncloa ya no vende la pandemia. Ahora viene la recuperación económica. Y aquí el Ejecutivo se ha superado, porque está vendiendo una recuperación que no existe y unos fondos europeos que no se van a dedicar a reindustrializar España sino a seguir otorgando subvenciones públicas. Pero mientras se pueda seguir hablando de recuperación, el Ejecutivo seguirá vendiendo que su política económica es la acertada y que la crisis ha sido provocada por el virus y solucionada por Pedro Sánchez. Y todo estupendo.

Y así seguirán las cosas hasta que llegue una sexta ola que será tratada con el mismo alarmismo vigente desde hace año y medio, desde el 14 de marzo de 2020, en que se nos encerró en nuestros domicilios.

Porque claro, ¿qué va a ocurrir cuando llegue el mal tiempo y nos alcance esa sexta ola? Ni lo duden: tercera dosis de vacunación, o cuarta, o quinta.

Queda eso sí, la monserga de los botellones y otras actitudes irresponsables, insolidarias y unos cuantos calificativos más. Algún día, algún ministro del Gobierno caerá en la cuenta de que la gente anda un poco harta.

Y lo más curioso es que, oficialmente, hemos vencido el virus sin tener ni idea del virus.