Hemos creado un 'rebaño' planetario donde la gente, muerta de miedo, obedece sin rechistar órdenes que oscilan entre el sadismo y la sandez. Quizás por ello el negacionismo crece. Y no hablamos de Miguel Bosé, sino de gente mucho más sensata.

Los negacionistas ya no puede ser tildados de irracionales o de conspiranoides... por la sencilla razón de que empiezan a ser mayoritarios

Los contagios siguen subiendo sin freno en España. Esta es la consigna que repiten tanto los medios públicos como privados, que aquí no hay diferencias. Quizás por ello, como argumentan con sabiduría e ironía, tanto Jorge Fernández como Juan Manuel de Prada, resulta que los negacionistas están creciendo en todo el mundo. Negacionistas que no son los que niegan al virus, a lo que se niegan es a las manipulaciones y mentiras lanzadas con motivo del Covid. Y este grupo ya no puede ser tildado de irracional o conspiranoide... por la sencilla razón de que empieza a ser mayoritario.

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Hemos creado un 'rebaño' planetario donde la gente, muerta de miedo, obedece sin rechistar órdenes que oscilan entre el sadismo y la sandez

Hemos creado un 'rebaño' planetario donde la gente, muerta de miedo, obedece sin rechistar órdenes que oscilan entre el sadismo y la sandez.

Tirano Biden: o te vacunas o no trabajas

Más mentiras: el diario La Razón descubre un incremento de muertes superior al provocado por el Covid. Sin respuesta, como en tantas otra cuestiones sobre el virus. 

Luego está el tirano Biden: o te vacunas o no trabajas, ni en el sector público ni en el privado, Junto al honorable Fauci y junto al otro honorable, Bill Gates, han decidido utilizar la vacuna para controlar el planeta. Sí, el trío no quiere controlar un país, sino el mundo entero. No olviden que son los campeones de la democracia.

Las bolsas, que razonan con el bolsillo, han dictaminado que el Ómicron puede no ser tran peligroso como nos lo presentaban. O sea, como todo el Covid

Otrosí: las bolsas, que razonan con el bolsillo, han dictaminado que el Ómicron puede no ser tan peligroso como nos lo presentaban y han vuelto a subir. O sea, como todo el Covid, nada es como se espera.

Pero el trágala más grande de este miércoles 7 me parece la vacuna que la ministra Carolina Darias pretenden inocular a los niños de entre 5 y 11 años. Háganme caso: al menos por el momento, no vacunen a sus hijos. Los niños ni son víctimas ni son verdugos del Covid.