El panel de discusión de la Cumbre para la Democracia de Biden no sólo promovió lo que podría interpretarse como comentarios racistas, sino que también atacó a la Iglesia Católica
El Nuevo Orden Mundial (un consenso de países, instituciones u organismos que tratan de imponer políticas contrarias a la ley natural) celebró recientemente un acto convocado por el actual Gobierno de EEUU de Joe Biden.
El acto se denominó ‘Cumbre por la Democracia’. Y básicamente se centró en vender las imposiciones del lobby LGTBI como supuestos derechos a los que, si te opones o simplemente discrepas, eres un fascista y un racista sin corazón alguno.
Lo cuenta Friday Fax. El panel de discusión, copatrocinado por el Departamento de Estado de EE.UU, fue moderado por la activista LGBT Jessica Stern. Además, el evento contó con la participación de activistas y funcionarios gubernamentales homosexuales y transgénero, "promoviendo los derechos humanos de las personas LGBTQI + como piedra angular de nuestro compromiso con la democracia".
Otra participante en el evento, la activista transgénero Phylesha Brown-Acton, dijo: “Tengo una lista navideña de algún tipo para ayudarnos en el camino”. “Comenzar por poner fin a las agendas religiosas tradicionalistas, racistas y conservadoras de los blancos que se superan a sí mismas en todas las regiones del mundo que alimentan la violencia y amenazan la democracia".
El panel de discusión no solo promovió lo que podría interpretarse como comentarios racistas, sino que también atacó a la Iglesia Católica, añade Friday Fax.
El panel de discusión no solo promovió lo que podría interpretarse como comentarios racistas, sino que también atacó a la Iglesia Católica
"Ahora, cuando se trata de LGBTQI +, la iglesia católica, o la iglesia en general, pero en su mayoría la iglesia católica es muy rígida", dijo Esther Muthoni Rosanna Passaris, parlamentaria de Nairobi, Kenia, quien se unió a Catholics for Choice para abogar por LGBT y derechos de aborto.
La Cumbre para la Democracia del presidente Biden reunió a más de cien países, la sociedad civil y el sector privado para desarrollar una agenda "para abordar las mayores amenazas a las democracias”.
Los países participantes procedían de África, América del Sur, América del Norte, Asia y Europa. Hungría fue el único miembro de la Unión Europea que no fue invitado a participar en la Cumbre de Biden. Durante su campaña presidencial, Biden describió a Hungría como un "régimen totalitario".
En respuesta a su exclusión, Hungría impidió que la UE participara formalmente en la Cumbre
“Las personas LGBTQ a menudo se ven obligadas a permanecer en el armario por temor a la violencia”, dijo el panelista Tamás Dombos de la Alianza LGBT de Hungría. Dombos calificó los recientes esfuerzos de Hungría para restringir la difusión de información sobre la homosexualidad y la cirugía de reasignación de sexo entre menores como "una campaña coordinada de odio por motivos políticos contra las personas LGBTQI”, recoge Friday Fax.
En respuesta a su exclusión, Hungría impidió que la UE participara formalmente en la Cumbre. Debido a que Hungría no está invitada, no puede haber una posición común de la UE, dijo el ministro húngaro Gergely Gulyás, citando la regla de unanimidad de la UE en asuntos exteriores.
Guatemala, que se adhirió recientemente a la Declaración de Consenso de Ginebra provida, tampoco fue invitada. En una reunión con líderes pro-vida en el hotel Willard cerca de la Casa Blanca, el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei dijo que preferiría estar con los pro-vida en el Willard que con Biden en la Casa Blanca, recoge también Friday Fax.