El domingo le hemos respondido los españoles al pérfido presidente que nos gobierna y a su criminal ley despenalizadora del aborto, que manipula el lenguaje al llamar derecho a lo que es un acto de desprecio a la vida de los seres humanos.
Una inmadura e irresponsable chiquilla al frente de un Ministerio, el de Igual-da, ha sido el instrumento para sembrar de muerte, aquello que debería protegerse como fuente de vida, con la única intención de enriquecer a una industria floreciente, la del crimen, desdeñando el sentir general de los españoles, y pisoteando los más nobles sentimientos de las madres.
Supongo que dirán que hemos sido un número insignificante de personas las que nos hemos reunido para reivindicar la vida de los seres humanos, pero que miren las fotos que publican los medios de información para convencerse de que el pueblo español no admite esa ley.
Se le niega al niño por nacer, los derechos de protección que tienen muchos animales. La fijación por la muerte que tiene el señor Zapatero, nos reafirma en la idea que todos tenemos sobre la autoría del 11 M (de actualidad por la proximidad de esa fecha), aunque no podamos manifestarla por falta de pruebas.
No hay mayor ruindad que la imposición de una ley asesina, con el agravante de obligar a ser verdugos a quienes tienen su conciencia limpia, y a pervertir a los más jóvenes con sus lavados de cerebros.
Pablo Delgado Escolar
