El líder de ETA estaba localizado desde hacía 10 días. El jueves, una consultora de comunicación informó a sus clientes empresariales de su  inmediata detención. El viernes, la Guardia Civil pidió que se actuara, el sábado lo exigió: el 'pájaro' podía volar. Pero Moncloa dio orden de retrasar la operación para no oscurecer el 'éxito' de ZP en la Cumbre de Washington. Hay que dosificar las buenas noticias

Bombo y platillo este lunes con la detención del jefe de los comandos operativos de ETA, Txeroki. Un 'éxito' policial que se suma al éxito diplomático por la presencia de España en la cumbre del G-20. ¿Con qué hará oposición el pobre Rajoy?

Sin embargo, los hechos son menos. Ya hemos informado de que la cumbre del G20 fue lo esperado: mucha foto y poca realidad. Lo de Txeroki es diferente. Porque el personaje era el sanguinario de la banda, el que había impuesto la línea dura y había marginado a los 'negociadores'. Hasta había impuesto a los presos etarras no acogerse a los beneficios penitenciarios para no colaborar con el pérfido sistema.

El éxito -sin embargo- tiene matices. Veamos. Txeroki fue localizado por los servicios de información de la Guardia Civil hace cerca de una semana. En Interior, por supuesto, lo sabían. Pero es que lo sabían hasta alguna consultora de comunicación que el pasado jueves remitió a sus clientes una nota informándoles de que Txeroki había sido localizado.

Según fuentes de Interior, la Guardia Civil pidió el viernes que se desplegara la operación de captura. Pero desde Interior se les dijo que esperaran. ¿Por qué? Zapatero dio orden de frenar la operación para que la detención no opacara infomativamente el éxito diplomático de la asistencia de España a la cumbre del G-20. Ya saben: salimos del rincón de la historia.

Las cosas se empiezan a calentar. La Benemérita se pone nerviosa. Exige que se intervenga el mismo sábado. Pero reciben la misma respuesta: hay que esperar. Fuentes de la lucha antiterrorista afirman a Hispanidad que prima la eficacia y lo operativo. Otras, señalan que la detención de Txeroki forma parte de una depuración de la propia banda: Aspiazu era un estorbo para retomasr las negociaciones. En todo caso, otras fuentes nos confirman este relato de los hechos. Como muestra, un botón. Al menos dos periódicos tenían preparadas biografías sobre el sanguinario terrorista desde el sábado. Tuvo que aguardar en nevera. La comunicación política, manda. Y los asesores de Moncloa saben que la sociedad no es capaz de digerir más de dos informaciones al mismo tiempo.

Así que los 'goebels' que en Moncloa decidieron que era mejor osificar las buenas noticias. Al final las cosas han salido bien. Pero podía haberse escapado. En la Guardia Civil están que fuman en pipa. Y por cierto, ¿cuánto nos cobrarán los franceses por el favor? A la colaboración en la detención de Txeroki se suma la 'sarkosilla' y la sede de Barcelona de la Alianza del Mediterráneo. Ya son muchos favores. Demasiados, según el propio Sarkozy que ya está preparando la factura.