El Gobierno Zapatero, con su canciller, Trini Jiménez al frente, se ha movilizado para repudiar el brutal asesinato de católicos en la Iglesia de Nuestra Señora de la Salvación, en Bagdad.

Declaraciones de condena, presiones al Gobierno iraquí y a su amigo Barack Obama para que se proteja a la minoría católica, blanco de la barbarie de los distintos grupos fanáticos islámicos, aunque esto empieza a resultar ya una reiteración.

¿Verdad que ninguno de ustedes se ha creído las líneas anteriores, salvo, quizás, lo de la reiteración que supone hablar de fanatismo islámico? Pues eso.

Los cristianos están siendo perseguidos en toda la geografía islámica y en buena parte de Oriente, por ejemplo, en China. Pero la progresía occidental cierra el pico, no porque no le preocupe el cristianismo -es lo que más le preocupa. Sino porque odia su propio origen.

Eulogio López

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