A la vicepresidenta económica, Elena Salgado, sólo se le ocurre una idea para solucionar la crisis económica: freírnos a impuestos.

Como no puede reducir gastos, dado que hay que captar votos, lo mejor es aumentar los ingresos al precio que sea.

El IVA sólo es el principio. Ahora los expertos monclovitas están pensando en copago farmacéuticos, más impuestos sobre hidrocarburos y especiales, tasas, o alcohol y tabaco (éstos dos le encantan a una Salgado vegetariana).

Es posible que el IVA, por sí sólo, no produzca un descenso brusco del consumo,  pero toda una batería de impuestos va a provocar menos libertad para el ciudadano y más retraimiento, no del consumo, sino de la inversión, que es lo peor.

Eulogio López

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