Las bolsas europeas llevan riñendo entre sí por la primacía, especialmente franceses y alemanes, y los norteamericanos se han apresurado a quitarles el premio. Entre un rumor de ofertas de compra, entre la Deutsche Börse, Euronext, Londres, etc, Wall Street se ha adelantado, y el New York Stock Exchange (NYSE) se ha adelantado a todos los demás, con el anuncio de su fusión con Euronext, es decir, con el mercado que agrupa a las bolsas de París, Amsterdam, Bruselas y Lisboa. Los alemanes son los grandes perdedores y la segunda City del mundo, Londres, sigue esperando su príncipe azul, el otro mercado norteamericano, el electrónico Nasdaq, ya posee el 25% del mercado de Londres.

Así que Estados Unidos, una vez más, se ha aprovechado de las divisiones internas de los europeos, especialmente de franceses y alemanes, siempre empeñados en hacerse con la primacía europea.

Milán y Madrid quedan desconectados. Italia ya habla de unirse al nuevo matrimonio trasatlántico, pero Antonio Zoido, el representante de la Bolsa de Madrid siempre se ha sentido atraído por la bolsa alemana. Y considera que Francfort aún puede jugar un papel: se trataría de que al nuevo gigante neoyorquino se le enfrentara el producto de la City londinense. Pero en esto de la fusión quien golpea primero golpea dos veces. Por ahora ha sido Nueva York, comiéndose a París. Sólo son mercados sí, pero la sede donde se compra y se vende a veces tiene tanta importancia como comprador y vendedor.