Tras la reunión Zapatero-Rajoy, el presidente ha dejado claros cuáles son los puntos de disenso con la oposición: ritmo en el control del déficit y reforma laboral. Rajoy le urgía al presidente a que gobernara y se dejara de retóricas y de análisis. Es el momento de ejecutar, para eso es el Ejecutivo. Y es que para Rajoy, Zapatero anuncia que se va a reducir el déficit, pero no explica cómo se va a hacer.
Zapatero responde que se va a cumplir con el recorte del déficit aunque sea doloroso. Pero también señala que se hará a un ritmo diferente al que reclama el PP. Recorte del déficit, sí; drástico, no. ¿Por qué? Puede poner en riesgo el crecimiento económico clave para la creación de empleo y la mejora de los ingresos públicos. Esta es la estrategia de ZP, señalada el lunes por Campa: Hay que meter la tijera para preservar la estabilidad en el largo plazo pero con cuidado de no dañar el crecimiento en el corto plazo. Zapatero llega más lejos y asegura que es el PP quien se equivoca ante la exigencia de un recorte más radical. ¿Y la exigencia de los mercados? No sabe, no contesta. Como este martes.
Por lo demás, Zapatero responde atacando. Dice que es incompatible reclamar recortes del déficit y reunirse este jueves en el Congreso para reclamar más dinero para los ayuntamientos o reclamar la prórroga del plan de ayuda al automóvil.
La segunda parte del disenso es la reforma laboral. Rajoy le insta a que tome alguna decisión aunque no sea con el acuerdo de los agentes sociales. Zapatero responde que él prefiere acordar a tomar decisiones por reales decretos y recuerda -como ha hecho en otras ocasiones- que el marco laboral que el PP califica como desastre, es el que se encontró cuando llegó. La experiencia del PP no es muy positiva, señala en relación a la reforma laboral que se llevó por delante a Aparicio. Por cierto que el actual alcalde de Burgos señala que la propuesta del Gobierno es una aspirina para un cáncer.
En todo caso, Zapatero señala que él prefiere una propuesta con objetivos conocidos y pactados que la propuesta del PP que no sabemos en qué consiste y qué pretende aprobar por real decreto.
Andrés Velázquez
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