Sr. Director:
En sólo un plazo de tres días el Gobierno filtró dos versiones sobre el futuro de la ley de libertad religiosa.

 

Durante una semana hacía saber que aparcaba el proyecto a través de la agencia EFE y el mismo fin de semana daba a conocer, a través de un diario amigo, que el proyecto estaba muy avanzado.

Tal vez es que fue una semana difícil para el Gobierno. El miércoles tuvo que aprobar la reforma laboral que le ha impuesto Bruselas, una decisión que contradice lo que ha mantenido en los últimos seis años y que le aleja de buena parte de sus votantes. Las encuestas siguen reflejando un enorme desgaste de Zapatero, las pitadas lo demuestran aunque no sean lo más significativo, y en estas circunstancias puede estar muy interesado en reabrir el enésimo capítulo de confrontación social. Le basta con lanzar un globo sonda.

Pero si lo que le está faltando al Gobierno es confianza por parte de los votantes, con este sistema de decir y contradecir no la va a conseguir.

Enric Barrull Casals