En todo caso, Zapatero insiste en apelar a la antigüedad de la central, que le hace producir más residuos. Siempre las dudas sobre la posibilidad de prorrogar la vida útil de una central tan antigua. Y además, afirma que no hay ningún problema de suministro. Todo ello para justificar el cierre en el 2013, según apuntan todas las fuentes. Eso exigirá buscar energías alternativas que cubran ese hueco. Y eso significa dinero, además del dinero que habrá que destinar a financiar el cierre de indemnizar por haber forzado a la central a invertir con vistas a la prórroga.
Y por cierto, ¿qué pasa con los trabajadores? No hay problema. Al Gobierno se le ha ocurrido abrir un parador en la zona. Así Industria se lo quita, Turismo, se lo da y todo queda en manos de Sebastián. Pero los trabajadores ya han anunciado que la solución de Garoña no puede ser que nos pongan a poner copas.