Sr. Director:

Hemos visto en el reciente debate sobre terrorismo a un Zapatero terco que continua de forma preocupante en su huida hacia adelante, hacia el abismo.

El presidente ha reconocido que se había equivocado por haber dicho públicamente que España estaba mucho mejor horas antes de que los terroristas pusieran la bomba de Barajas. Pero lo ha hecho como si hubiera errado en el pronóstico del resultado de una quiniela. No ha admitido, en cambio, la gran equivocación de haber emprendido un camino sin posibilidad de retorno del brazo de ETA. Irresponsablemente ha propuesto seguir haciendo lo que ha hecho hasta ahora - y que evidentemente no ha funcionado- pero con mayor respaldo político y social: es decir, consenso para equivocarse.

¿Tiene Zapatero un «plan B»? No. Simplemente ZP manifiesta un voluntarismo simplón y que ofende a la razón. Ya la oposición le ha dicho que no está dispuesta a seguirle al precipicio porque está cautivo de sus propias equivocaciones y es persona a la que no acompañarías ni para coger una herencia. «Si usted no cumple, le podrán bombas, y si no hay bombas, será porque ha cedido». El gobierno socialista le ha dado pista a los etarras y estos se mueven a sus anchas. Y es que la unidad que pide Zapatero es para no hundirse solo.

Manuel Férriz Martínez

manoloferriz@hotmail.com