De 65.000 millones de crédito, 64.000 van destinados a las Administraciones Públicas Este miércoles, Rajoy ofrecía en el Congreso un dato demoledor. De los 65.000 millones de euros prestados, 64.000 han ido a parar a las administraciones públicas, 1.000 a las empresas y 0 a las familias. El dato pone en evidencia lo que muchos intuíamos: el endeudamiento de las administraciones provoca un efecto expulsión sobre los actores privados de la economía. Los bancos están atiborrados de financiación mientras que tiene que ser el ICO quien ofrezca financiación a los agentes privados (a 31 de agosto, 13.000 millones de euros a 275.000 empresas, autónomos y familias). El mundo al revés.
Pues bien, a pesar de la evidencia del efecto expulsión, Zapatero lo niega para inmediatamente afirmar que cuando se está pidiendo más crédito para familias, se está pidiendo más gasto público a través del ICO. ¿Pero no habíamos quedado en que el ICO no subvenciona sino que presta? Y por cierto, ¿para cuándo la reforma del ICO? Porque ha cambiado su presidente. Pero Zapatero se comprometió a reformar el ICO (más bien minireformar) a finales de julio. Todavía estamos esperando.