Se cansó de Bernat Soria -el mismo que pedía el Nobel para ZP- tras presentarle como la sexta maravilla del universo por eliminar embriones con el elevado propósito de curar enfermedades que jamás se curaron.

La gracia del uso de embriones como cobaya terminó pronto, Bernat no curó ni una gripe pero dilapidó los fondos públicos puestos a su disposición, y encima, como ministro, no logró reducir ni eso, ni la gripe de siempre. Lo único que aumentó fue el gasto público y, en cualquier caso, había que hacerle un hueco a Trinidad Jiménez. Y todo ello llevó a una conclusión evidente: Bernat ya no vendía ni una estufa a un esquimal y se le enseñó la puerta de salida, que suele ser la misma por la que se entra. En pocas palabras, al adolescente Zapatero se le había pasado el entusiasmo por Bernat y le había dejado tirado.

De la misma manera se cansó del rigor económico de Jordi Sevilla y le envió a las galeras, o de ese cadáver viviente en que se había convertido Fernández Bermejo, al que se veía escondido, en lugar de retador, como el otro que tenía que ocultar la misma cacería, un tal Garzón. Al final, ZP se cansó de la lengua viperina de Bermejo y lo fulminó, de la misma manera que el adolescente se cansa de la melodía de su móvil que ayer le entusiasmó.

Además, contaba con la otra lengua viperina, la de Rubalcaba mucho más inteligente y mucho más incombustible, es decir, más útil.

Pedro Solbes, el hombre que dormía a los mercados, dejo de ser útil cuando dejó de plegarse al líder y sus peculiares ideas para salir de la crisis, consistente en el reparto de la miseria en forma de subvenciones. Prescindió de él y lo cambió por alguien mucho más dócil, una tal Salgado, de la misma forma que el adolescente cambia de amigos cuando dejan de serle útiles.

El ministro de Cultura también salió del Gobierno cuando el presidente se cansó de su serenidad y descubrió que las subvenciones debe darlas quien antes las ha recibido, un estómago agradecido para galvanizar las masas es mejor la cultura basta de Pilar Bardem que la vasta cultura de César Antonio Molina.

Estoy convencido de que la próxima víctima del adolescente Zapatero será la titular de Igualdad, su último juguete. Bibiana Aído se ha convertido en una majadera que ya no sabe cómo incrementar el número de infanticidios.

Es un político adolescente. Por eso resulta tan imprevisible.

Eulogio López

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