Con ocasión del primer año del Gobierno socialista el pasado mes de mayo, Zapatero convocó una rueda de prensa para ofrecer detalles y hacer balance. Hispanidad le preguntó si seguía manteniendo su compromiso de que bajar impuestos también era de izquierdas y Zapatero contestó ambiguamente que sí, pero no, ya veremos. El resultado no se ha hecho esperar. La fórmula mágica para solventar el déficit sanitario es subir los impuestos especiales.

Las CCAA se quejan de la cicatería del Estado. Conviene recordar que los 3,7 millones de personas llegadas a nuestro país en los últimos cuatro años presionan los presupuestos de Educación y Sanidad, pero cotizan a la Seguridad Social y financian al Estado vía IVA. Es verdad que el modelo vigente de financiación autonómica no contempla actualizaciones en función de la población. Pero también es verdad que entonces no se preveían cambios poblacionales en un país que había mantenido estancada su población durante décadas.

Por otra parte, Solbes anunció que el reparto de los 500 millones de euros se realizaría con los mismos criterios contemplados actualmente para el reparto de los fondos de la financiación sanitaria: principalmente población, matizada con criterios de envejecimiento y dispersión poblacional. Es decir, criterios objetivos. Veremos si Solbes es tan coherente como su presidente.