Trata de salvar las elecciones catalanas

 

Ante la ofensiva de Montilla contra el TC, Zapatero se coloca de perfil. Por supuesto, Montilla tiene razón en que la no renovación del TC coloca a la institución en una situación límite. Probablemente lo más razonable es que los ceses fueran automáticos, igual que ocurre en el Ejecutivo. Pero llama la atención que el comentario se realice después de que se votara la ponencia que avala el Estatut y es rechazada por 6 a 4. Montilla se presiente perdedor y es ahora cuando trata de cambiar el tribunal. Un poco tarde. Un poco interesado.

Y para desautorizar al Alto Tribunal no se le ocurre mejor cosa que sea el Parlament quien reclame su renovación. De esta manera provoca un choque institucional, que es lo que se pretende. ¿Para qué? Para tratar de salvar los muebles de cara a la próxima cita electoral.

Lo que llama la atención es que Zapatero no sea más firme. Afirma la plena legitimidad de los miembros del TC, pero en paralelo, reclama que su renovación es urgente. Le pasa lo mismo que a Montilla: ¿por qué ha descubierto la urgencia precisamente ahora?