Sr. Director:

Me parece profundamente absurda la idea de Zapatero de cambiar la Constitución para sustituir el término disminuido por su eufemismo políticamente correcto de discapacitado.

Entiendo que una persona paraplégica por ejemplo lo es porque tiene sus facultades físicas y/o de movilidad disminuidas como consecuencia de enfermedad o accidente -como indica el Diccionario- más allá de lo que su voluntad desee.

La capacidad o incapacidad para realizar una acción puede estar motivada por la voluntad o no de realizarla lo que no se ajusta a la realidad de un disminuido, que no va a dejar de serlo porque se lo proponga. Así, utilizando el eufemismo discapacitado entiendo que insinuamos que el disminuido podría dejar de serlo si se lo propusiese lo cual es absurdo y propio de discapacitados culturales.

Entiendo que los disminuidos físicos y psíquicos lo que demandan al gobierno no es que con un paternalista disfraz semántico se enmascare su condición sino que se les garantice una vida digna, con trabajo y vivienda equivalentes a los de la mayoría de la población lo que no lograrán con palabrería políticamente correcta que no es más que un brindis al sol tan estéril como absurdo

Jorge Ros Enseñat

jordiros11@yahoo.es