Sr. Director:
Tengo una hija que dentro de poco cumplirá 16 años. Lleva tiempo escuchando cantos de sirena que le pintan un futuro donde podrá tomar cuándo y cuántas "pastillas del día después" quiera.

Si estas pastillas fallasen podrá abortar sin tan siquiera el conocimiento de sus padres.
Señora vicepresidenta, usted no sabe lo que duele un hijo, y si la viésemos en ese doloroso trance lo mínimo que desearíamos es poder mostrarle nuestro cariño y nuestro más incondicional y desinteresado apoyo.

A propósito de este tema usted ha manifestado: Los sectores más retrógrados siempre estarán ahí. Si se atreve a llamar retrógrados a quienes no comparten en su totalidad el proyecto de ley del aborto, algunos son destacados miembros de su propio partido, tendrá que admitir que, al menos por mi parte, le exprese que usted no es precisamente la Libertad guiando al pueblo.

Manuel Villena Lázaro

manolovillena@hotmail.com