Madonna hace un espectáculo subida a una cruz con corona de espinas. Leo Bassi consagra condones e insulta a todos los creyentes. Cameron anuncia una falsa tumba de Jesús y cuenta historias de si tuvo mujer e hijos sin base alguna. Lo mismo hace Dan Brown en su timo Da Vinci. Maragall y Carod Rovira se hacen fotos estúpidas con una corona de espinas en Jerusalén. En todas las manifestaciones gays -muchas veces con ministros al frente- se disfrazan de Jesús y Virgen María y hacen guarradas. Los curas en las pelis siempre son malos malísimos (véanse faunos, y demás; nunca hay un cura bueno). Y ahora la Junta de Extremadura financia un libro de fotos con actores haciendo de Jesús y María en posturas sexuales y grotescas (con nuestros impuestos).
Casi todo lo que menciono son mensajes de masas, vistos por millones, en los últimos 20 meses. ¿Alguien puede negar que Jesucristo y los cristianos estamos siendo perseguidos mediáticamente? En Arabia Saudí y China los cristianos tienen muy pocas libertades y son encarcelados, pero al menos allí no insultan a Jesús y María día sí, día también. Aquí la persecución es peor: entra en casa cada día por la prensa y la TV.
Pablo Ginés Rodríguez
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