Nicolás Sartorius, en la SER, destacaba que le sorprende incluso que el PP se oponga a la admisión a trámite, ahí es donde se pueden plantear las objeciones al texto, el rechazo frontal del estatuto me parece un error de bulto, es hacer lo mismo que hicieron con el Plan Ibarretxe, creo que el PP no esta bien enfocado en esta cuestión. No creo que el estatuto sea algo absolutamente nefasto. Sería bueno que el PP fuera más realista y ponderado.

 

Román Orozco le seguía el razonamiento, también en la SER: Los que llevamos más de dos años siguiendo el día a día el debate sabemos que el PP no tiene ningún interés en que esta reforma se lleva a cabo, es un contrasentido que Sanz y Rajoy ayer se llenaran la boca de la palabra consenso cuando ni siquiera se admite en el parlamento. Nadie se esperaba que el PP variara su posición ayer, la oferta que hizo Zapatero de admitir algunas enmiendas ya se hizo en el parlamento andaluz y fue rechazada por el PP. El ataque feroz del PP a la mayoría del pueblo andaluz que apoya esa reforma, calificándola de frívola, incoherente, la cantidad de adjetivos que utilizó es impresentable. Y la bronca que montan en el Congreso es para reventar el debate.

 

Alberto Oliart subrayaba que en el derecho constitucional español cada autonomía puede pedir la reforma cuando quiera, y el estilo del PP obedece a una táctica conocida: Zapatero no sabe a dónde va, el PSOE no sabe a dónde va y lo que están haciendo es desestructurar España, dice el PP, pero con eso están promoviendo una división mucho más peligrosa, y esperemos que sea sólo de tipo verbal la escisión.

 

Y otros tertuliano afirmaba que, a él le sorprende la nota dura de los obispos andaluces, que meten un ataque no ya en los temas tradicionales de la Iglesia, sino en las definiciones de España. No me parece que sean cuestiones en que la Iglesia deba pronunciarse porque no afectan a la moral ni a las costumbres, y Rajoy hizo todas esas descalificaciones pero no se sabe en qué puntos no está de acuerdo. Y en el tema de la definición de Andalucía lo mismo, el estatuto actual ya define a Andalucía como realidad nacional.