Contumaz en el error, y hasta en el horror, el presidente argentino Néstor Kirchner continúa promocionando el aborto en la Argentina, a pesar de que Carlos Menem introdujo el derecho la vida del no nacido en la Carta magna argentina. La agencia Notivida viene retratando los métodos utilizados por el presidente peronista para introducir la legislación abortiva a través de las diversas organizaciones regionales. Ahora le toca el turno a Río Negro.

Por abajo y por arriba, dado que otra forma de saltarse la Constitución en beneficio del mercado de la muerte consiste en suscribir los convenios internacionales, especialmente el CEDAW de Naciones Unidas, que condena cualquier ataque contra el derecho de las mujeres a la salud reproductiva. En otras palabras, que prohibir el aborto atentaría contra los derechos humanos. Sea por normativa regional o sea por convenios internacionales, aborto al canto, aunque la Constitución lo prohíba.