Con un arranque lleno de fuerza que viene a demostrar que ser diferente, en este caso tener superpoderes, es más dramático de lo parece, en X-Men 3. La decisión final, los mutantes se enfrenta a una importante cuestión: merced a una revolucionaria fórmula pueden convertirse en seres humanos corrientes. Si en el bando de los buenos (los X Men y los alumnos de la escuela del Profesor Xavier) se deja libertad a sus miembros para que elijan lo que deseen, en el bando de los malvados (Magneto y sus secuaces) se opta por la lucha, más en concreto por destruir el antídoto

 

Brett Ratner (El Dragón rojo, Family Mann, Hora Punta) se estrena como director de esta tercera entrega en la que ha incluido más violencia y más terror que en las anteriores. El resultado es un largometraje que agradará a los seguidores del comic que alucinarán con los nuevos y variados mutantes que aterrizan en la saga (Angel, Fénix, Bestia, Jaggernaut, Coloso, Callisto etc) y ante los avatares mediante los que perderán la vida algunos de sus héroes

 

La película es muy atractiva en su puesta en escena y muy correcta en sus secuencias de acción. Eso sí, la catadura de los compinches que acompañan al siniestro Magneto deja mucho que desear: parecen salidos de un barrio marginal por su atuendo y forma de moverse

 

Dos anécdotas referidas a este film: el actor australiano Hugh JackMann (Lobezno) ya ha firmado un contrato para intervenir en un film en solitario con su personaje como protagonista absoluto. En cuanto a una de las nuevas incorporaciones, Ben Foster, este intérprete lo pasó francamente mal rodando la película. A pesar de sufrir de vértigo tuvo que pasarse horas colgado de un cable para encarnar a su personajeNo en vano encarna a Ángel y debía volar. Cosas del cine

 

Para: Jóvenes (no niños) y Adultos que les gusten las adaptaciones cinematográficas de cómics.