• El ministro de Educación afirma que su nuevo sistema de ayudas tiene el aval del Consejo de Estado.
  • Niega que se haya producido un recorte de 200 millones de euros en el presupuesto, sino un incremento del 20%.
El ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert (en la imagen), ha defendido este miércoles en el Congreso su nuevo sistema de becas, que fue aprobado por Real Decreto el 2 de agosto en el Consejo de Ministros y entró en vigor con la publicación de la convocatoria de ayudas el pasado 19 de agosto en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

El nuevo sistema de becas plantea unos requisitos para poder optar a ellas: una nota media de 5,5 para acceder a la gratuidad de matrícula y un 6,5 para recibir cualquier ayuda monetaria, y aprobar, en el caso de estudios universitarios, entre un 65% y un 100% de los créditos, en función de la rama y la nota obtenida en las asignaturas superadas, para mantenerla.

Según ha dicho Wert, su reforma cuenta con el aval del Consejo de Estado, aunque ha negado -como señaló el organismo- que se hayan recortado 200 millones: "La realidad es absolutamente contraria", ha dicho, y ha incidido en que la convocatoria de becas del 19 de agosto consigna un importe de "1.417,54 millones de euros, de los que 1.327,54 corresponden al presupuesto de 2014". "Es un incremento superior al 20% respecto de los presupuestos anteriores, el mayor que nunca haya tenido lugar en nuestra Historia (...) y rompe una situación de práctica congelación presupuestaria para becas que se produce desde el año 2008, aún sabiendo que esta decisión implica renunciar a otras prioridades", ha asegurado.

Está bien que a los becados se les exija un esfuerzo, pero es justo que sea el mismo que a los no becados para poder pasar de curso.

En cualquier caso, en este debate y en otros sobre la educación los actuales partidos políticos del arco parlamentario olvidan hablar del cheque escolar, ese sistema por el que el Estado entrega un cheque -equivalente a dinero, que proviene de los impuestos- a los padres, que luego estos entregan al colegio que les parece oportuno.

Se trata de la mejor forma de asegurar la libertad de enseñanza de los padres. Es cierto que cuenta con dificultades técnicas para implantarse, como qué hacer con un cuerpo de funcionarios docentes importante, algunos de los cuales a lo mejor quedarían fuera del sistema. Pero seguro que existe un método a medio plazo capaz de encontrar una solución adecuada para esos profesores y que asegure la libertad de los padres.

José Ángel Gutiérrez

joseangel@hispanidad.com