Sr. Director:
Ante las próximas elecciones creo que es bueno recordar la doctrina católica sobre el mal menor, ante ciertas afirmaciones que se suelen escuchar en estos días.

Siguiendo las enseñanzas del Catecismo de la Iglesia Católica, encontramos unos principios morales:

1. La moralidad de un acto depende de tres cosas: el objeto, el fin (o intención) y las circunstancias. (Cat. 1750)

2. El acto moralmente bueno supone a la vez la bondad del objeto, del fin y de las circunstancias. (Cat. 1755)

3. Nunca está permitido hacer el mal para obtener un bien. (Cat.1789)
Es decir, si el objeto es malo, aunque la intención sea buena o haya muchas circunstancias que lo aconsejen, nunca se puede elegir ese objeto.

En el caso del voto es malo votar a un partido que vaya contra principios morales básicos para la sociedad, como es el hecho de defender las uniones homosexuales, el divorcio, el aborto, etc. El acto de votar a ese partido es un acto en que el objeto es malo.
La pregunta es: ¿se puede votar un mal para evitar un mal mayor?, ¿no entra aquí la teoría del mal menor? No, porque eso sería si no hubiera más remedio, pero se pueden votar partidos que no defiendan cosas contrarias al orden moral objetivo e incluso está la posibilidad de abstenerse, de no votar. Por tanto, la doctrina del mal menor no puede aplicarse al voto.

En este punto conviene recordar un texto de la Encíclia Humanae Vitae de Pablo VI sobre el mal menor:

En verdad, si es lícito tolerar alguna vez el mal menor a fin de evitar un mal mayor o de promover un bien más grande, no es lícito, ni aun por razones gravísimas, hacer objeto de un acto positivo de voluntad lo que es intrínsecamente desordenado y, por lo misma indigno de la persona humana, aunque con ello se quisiera salvaguardar el bien individual, familiar o social. (Enc. Humanae vitae, 14).

La Congregación para la Doctrina de la Fe recuerda:

La conciencia cristiana bien formada no permite a nadie favorecer con el propio voto la realización de un programa político o la aprobación de una ley particular que contengan propuestas alternativas o contrarias a los contenidos fundamentales de la fe y la moral. (Congregación para la Doctrina de la Fe, Nota Doctrinal sobre algunas cuestiones relativas al compromiso y la conducta de los católicos en la vida política).
Con la Doctrina Social de la Iglesia en la mano, un católico no puede votar al Partido Popular.

Luis Petit Grall

mossenluis@hotmail.com