A finales de los años 70 los niños españoles descubrían en la pequeña pantalla unos simpáticos dibujos animados titulados Vicky, el Vikingo.

Se trataba de una serie de animación germano/japonesa, realizada en 1974, que estaba basada originalmente en los libros infantiles del autor sueco Runer Jonsson. Treinta y cinco años más tarde esta popular serie ha saltado a la gran pantalla con resultados satisfactorios.

Los nostálgicos de la serie televisiva van a apreciar que la adaptación cinematográfica (con personajes de carne y hueso) está realmente conseguida gracias al esfuerzo que se ha puesto en los apartados interpretativo, artístico y técnico. El largometraje está protagonizado por el niño Jonas Hämmerle, que fue elegido entre más de 600 aspirantes y que guarda un gran parecido físico con Vicky.  Ni que decir tiene que tanto la película como la serie apuestan por el poder de la inteligencia sobre la fuerza bruta, bien representada por Vicky

El argumento de esta divertida película (que juega continuamente a la parodia) nos lleva  la pequeña aldea vikinga de Flake, cuya paz se ve alterada cuando es asaltada por los malvados guerreros de Sven el Terrible que secuestran a todos los niños excepto a Vicky, el singular hijo pelirrojo del Jefe Halvar, que destaca por sus brillantes ideas en los momentos más difíciles. Durante su rescate, el pequeño deberá vérselas con  espeluznantes villanos, descifrar el secreto de un tesoro milenario  y correr innumerables aventuras.

Reconocidos profesionales alemanes están detrás de esta producción. El director, y también actor,  es Michael Bully Herbig (que en la película interpreta al divertido cronista español), mientras que el productor, Christian Becker es muy reconocido en la actualidad por  su participación en La ola, la premiada y aclamada película de Dennis Gansel.

En su exhibición en España Vicky, el Vikingo cuenta con un aliciente extra musical: el tema principal de la película, la canción Hei Hei Vicky está interpretada por el popular grupo El Canto del Loco

Para: Toda la familia