Será sustituido al frente de Telefónica de España por Guillermo Ansaldo, con Belén Amatriaín como segunda

Las entradas de Pizarro y De Paz evocan que, para ser presidente de la Telefónica, hay que llevar más de dos años en el Consejo

Decíamos ayer que el presidente de Telefónica se cubría por dos vías: en un país donde el Gobierno se empeña en interferir en las compañías privadas -y cuanto mejor, más interfieren- Telefónica ha nombrado a Manuel Pizarro, conocido empresario próximo al Partido Popular, y a Javier de Paz, amigo personal e interlocutor de Zapatero con el mundo empresarial.

Los nombramientos tienen especial importancia por cuanto los Estatutos de Telefónica recuerdan que hay que estar dos años en el Consejo para acceder a la Presidencia.

Al mismo tiempo, Julio Linares, ‘primus inter pares' en la Dirección general, se convertía en el consejero delegado de Telefónica. Ahora bien, aunque Linares es leal a Alierta, su ascenso ha generado efectos colaterales. En otras palabras, el jefe de Telefónica España, Antonio Viana-Baptista, no acepta reportar a Linares. Por tanto, prefiere marcharse de la línea ejecutiva, y así se lo ha hecho saber a Alierta. En principio, será sustituido por Guillermo Ansaldo, y Belén Amatriaín quedará como su segunda.

Al final, parece que Álvarez Pallete continuará en Iberoamérica, mientras Mattew Kay, al frente de toda Europa, también reportará a Linares.