La progresía más violenta utiliza a Garzón como ariete y el juez se deja querer

El juez Baltasar Garzón es aclamado por todos aquellos que no han renunciado a ganar la guerra civil. En verdad, nadie como él para retrotraernos al conflicto, armado o sencillamente visceral. Nos situamos ya en aquel país del españolito que vino al mundo y al que Dios debía guardar para que una de las dos Españas no le helara el corazón. Vuelva o no a la Audiencia Nacional, se marche o no a Holanda, sea o no condenado, Baltasar Garzón ha conseguido lo que Rodríguez Zapatero pretendía: el enfrentamiento civil.

La progresía más violenta utiliza a Garzón como ariete y el juez estrella se deja querer.

Hubo crímenes en el Franquismo y crímenes en la democrática II República, mucho más en aquella democracia que en esa dictadura. Y lo dice servidor, al que la democracia le parece el peor sistema político posible, una vez descontados todos los demás. Pero, ojo, lo cierto es que los ataques contra la vida y la libertad religiosa durante la II República y durante la Guerra civil en el banco republicano, no fueron obra de incontrolados, porque había demasiados incontrolados que nadie quiso controlar. Sobre todo en los asesinatos por odio a la fe, mucho más virulentos que el odio a la derecha o los ricos.

¿Garzón sobornado por Emilio Botín? A lo mejor no, pero lo cierto es que el maridaje entre la oligarquía financiera y la justicia sencillamente ha echado por tierra la confianza de los españoles en la justicia que es, hoy por hoy, la institución más corrupta de todas.

Garzón se ha convertido hoy en la esperanza de Rodríguez Zapatero para ganar las próximas elecciones. Sólo hace falta que le vote media España con el suficiente interés en liquidar a la otra media.

Sería un buen momento para el líder de la oposición lanzar un mensaje de paz, piedad y perdón al país, un mensaje que, además les distanciaría de esos dos personajes lamentables que son ZP y Garzón. No creo que lo haga. Siempre he creído que Rajoy es un frívolo.

Eulogio López

eulogio@hispanidad.com