Dos en lugar de uno. Si hablamos de marginar a los católicos por el caso Ferrín, ahora se pretende encarcelar, o al menos demonizar, a un obispo argentino por atreverse a afirmar algo tan extraño, tan increíble, tan inaceptable, como que la familia es esa cosa formada por hombre y mujer y abierta la vida.

El proceso sigue: aborto libre, aborto gratuito (promocionado), aborto obligatorio. O sea, homosexualidad libre, homosexualidad promocionada, homosexualidad obligatoria.

Proceso que forma parte de uno más global: el del verdugo disfrazado de víctima.