Sr. Director:

El incremento del número de abortos en España es un hecho que deja de manifiesto la ineficacia de las medidas que hasta ahora se han tomado "con la intención de reducirlo".

Ante la gravedad del problema diversas voces se han levantado con una intención común: dar una solución verdadera, pues a muchos da la impresión de que hasta ahora sólo se han cortado ramas.

Estos cortes (las medidas que se han tomado) son una especie de "podadura". En vez de acabar con el "árbol" (problema) obtienen el efecto contrario: el árbol crece y se fortifica.

Seguramente la solución estaría en "arrancar el mal de raíz". Lo primero es incentivar y educar en la responsabilidad sexual, ya que muchos abortos son el final común de "hijos no deseados" (nótese lo trágico de la expresión).

Dado este primer paso se debe dar el segundo: proponer soluciones positivas; "plantar", si se quiere seguir con la figura del árbol.

Al respecto es alentador ver las propuestas de sectores privados. Ayuda a las mujeres cuyo embarazo corre peligro, así como una toma de conciencia de los males físicos y psicológicos que trae consigo el aborto, son algunas de las propuestas. Son sólo "semillas", pero que duda cabe de que, si cuidadas y apoyadas para su crecimiento, pueden dar mucho fruto.

Responsabilidad y aprecio por la vida es la fórmula positiva y práctica de esa vaga intención de "reducir el número de abortos".

José Manuel Barrera

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