• Todo lo que sea elevar el nivel de vida de los castigados trabajadores venezolanos es bueno.
  • Pero la ineficacia, la corrupción y la inseguridad ciudadana siguen campando a sus anchas en el país. 
El presidente venezolano Nicolás Maduro (en la imagen) ha anunciado que hará un aumento del salario mínimo del 30 por ciento, hasta los 4.251 bolívares (unos 615 dólares) mensuales, en una medida que se empezará a aplicar a partir del 1 de mayo, coincidiendo con el Día Nacional del Trabajador.

Este es el segundo aumento salarial durante el año 2014 y el vigésimo sexto desde 1999 -año de la llegada del difunto presidente de Venezuela Hugo Chávez-, según el diario venezolano 'El Universal'.

No obstante, pese a la en teoría buena noticia que es elevar el salario mínimo, hay que tener en cuenta la inflación que acosa al país, que puede dejar ese aumento en nada. De hecho, la inflación alcanza una tasa anual de casi 60%.

El líder opositor Henrique Capriles ponía el dedo en la llaga y dijo que el aumento salarial era inadecuado: "Con esa inflación que hay, ese aumento salarial es chucuto, ¡no mejora las condiciones de nuestros trabajadores!", dijo en Twitter, usando un término coloquial para indicar que la medida es insuficiente.

Maduro culpa por los crecientes precios de productos de consumo a una "guerra económica" de enemigos de su gobierno socialista, y arremete frecuentemente contra los empresarios por presuntas prácticas de alzas de precios, acaparamiento y especulación. Pero la realidad es que la ineficacia, la corrupción y la inseguridad ciudadana siguen campando a sus anchas en el país.

Y es que el chavismo ha demostrado su incompetencia para aumentar el bienestar de los ciudadanos, en un país con unos recursos naturales impresionantes. Ojalá la cosa cambie, por el bien de los venezolanos.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com