El régimen de Chávez sólo se ha preocupado de dejarle como un tarado mental

La pesadilla de Franklin Brito se inicia en 2002 cuando su proyecto para acabar con un hongo en los cultivos de ñame de Sucre (Venezuela) ganó al presentado por el alcalde de la ciudad.

Desde entonces el acoso de los chavistas ha sido constante. Él y su mujer fueron despedidos de sus trabajos y les expropiaron sus tierras. Brito se puso en huelga de hambre y fue encarcelado en un hospital militar. Desde entonces, las huelgas de hambre y sed han sido sucesivas y Brito llegó a amputarse un dedo en señal de protesta, sin que el régimen se haya preocupado de otra cosa más que de dar una imagen de tarado mental.

Aunque la información que nos llega a España sobre la dictadura chavista es mucho menor que la que se recibe sobre Cuba, cada vez es más claro el parecido entre ambos gobiernos. Por ejemplo, poco se habla de los presos políticos, de los que el blog de Martha Colmenares ofrece una completa información.