Seguramente, en materia de derechos humanos, libertades y economía, Capriles le convenga mucho a Venezuela, aunque falla en los principios no negociablesEl opositor venezolano Henrique Capriles se ha postulado ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para los comicios presidenciales del 7 de octubre, en los que se medirá al actual presidente-dictador, Hugo Chávez. Un ambiente festivo y multitudinario presidió el acto, según informan agencias.

"Mucho nos hemos esforzado para estar hoy aquí, hemos aprendido mucho, hemos trabajado mucho para decirle hoy a Venezuela que sí podemos construir un país grande, unido (…). Hoy soy candidato porque el pueblo así lo decidió y el 7 de octubre seré el próximo presidente de todos los venezolanos", dijo Capriles. "Yo no soy enemigo de nadie, soy enemigo de los problemas, soy enemigo de la violencia, soy enemigo de un país que tiene todo para avanzar pero que tiene un gobierno que no nos permite avanzar", aseguró el candidato opositor, que dijo que los ejes de su plan de gobierno son: luchar contra la violencia, crear empleos y potenciar los programas sociales.

Por su parte, el presidente actual, Hugo Chávez -por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), el cual fundó y preside- presenta hoy lunes su candidatura a lo que sería su tercera Presidencia en medio de los rumores sobre su salud, pues desde hace un año lucha contra el cáncer. El sábado mismo dijo: "En los últimos días, aquí, en Venezuela, me hice la tomografía axial computerizada, me hice la resonancia magnética y no sé cuantos (otros exámenes) (...) y salió todo absolutamente bien después de la operación y de la radioterapia". Chávez aspira a gobernar a Venezuela seis años más. De lograr su objetivo, serían 20 años en el poder, demasiados para una misma persona.

Respecto a Capriles, como informamos en su día, se ha declarado partidario del aborto terapéutico y de la abortiva Píldora del Día Después, que es legal en Venezuela desde 2004, cuando ya gobernaba Chávez. Además, actualmente, el aborto en Venezuela es ilegal salvo en casos de amenaza a la vida o salud de la mujer, así que en eso Capriles no se distingue de Chávez, pues este lleva gobernando 13 años y podía haber cambiado la ley si hubiera querido.

Es entendible que Capriles sea la esperanza para una gran parte de venezolanos que quieren salir de la dictadura práctica -inspirada en el marxismo-leninismo- que ha implantado Chávez en el país. Seguramente, en materia de derechos humanos, libertades y economía, Capriles le convenga mucho a Venezuela para sustituir a Chávez.

Y, como hemos dicho otras veces, ojalá Capriles evolucione también en ambos terrenos y se convierta en un firme defensor de la vida -no sólo en el caso de la pena de muerte- y de la familia, ambos parten de los principios no negociables definidos también por Benedicto XVI, pues Venezuela necesita savia nueva y sustituir al actual presidente-dictador, Hugo Chávez.

José Ángel Gutiérrez
joseangel@hispanidad.com