Problema, ¿qué problema? Algo así es lo que ha venido a decir en la  mañana del miércoles 16 el secretario de estado de Economía, David Vegara.

El que fuera director de Intermoney soltó una teórica a la parroquia congregada en la que diferencia entre problemas coyunturales y estructurales. Ya saben, cerca y lejos... Debemos de afrontar esta realidad con seriedad, rigor y serenidad, señala. Vamos, que no pasa nada, y si pasa, no importa, y si importa, ¿qué pasa? Santa paz.

Vegara desgrana lo que considera factores coyunturales del crecimiento en un 90% del déficit. En primer lugar el elevado precio del crudo, que habría afeado según sus cálculos entre 4 y 5 décimas del PIB. Curioso, porque el Gobierno siempre niega el impacto del desfase en el precio del crudo en relación al presupuestado. Salvo si el impacto se calcula hacia atrás. Entonces, seguro que tiene la culpa del desfase.

Divertido, ¿no?

La segunda explicación es el sector turístico, que según Vegara, en 2004 No ha tenido un desempeño excepcional. ¿No habíamos tenido un año record? Pero vayamos con las explicaciones importantes. Resulta que España presenta un diferencial positivo de crecimiento de la demanda interna. Mientras Alemania recortaba ligeramente su consumo interno, en España crecía a ritmos del 4,5%. O dicho de otro modo, consumimos productos extranjeros, creando empleo fuera de nuestro país.

Más. Vegara sostiene que las exportaciones han permanecido estables, situándose en segundo lugar tras Alemania. No hemos sufrido un deterioro en nuestra cuota mundial, señala. Vamos, que la culpa del desequilibrio no está en las exportaciones, sino en el fuerte incremento de las importaciones. El mismo problema de la economía americana, salvando las distancias. Pero es que además, según Vegara el dato tiene una lectura positiva porque en el segundo semestre del año, las importaciones de bienes de equipo han crecido un 20%, convirtiéndose posiblemente en inversión y crecimiento futuro, señala el Secretario de Estado. Vamos, que Vegara está encantado.

Claro que la parte estructural apunta hacia un problema de productividad que el gobierno admite que no puede resolver por real decreto. Es un reto progresivo que hemos afrontado con el plan de dinamización, señala Vegara, visiblemente molesto con las críticas populares que acusan al plan de humo. El plan es una estrategia y el paquete de medidas es tan concreto como las medidas legislativas aprobadas, apunta Vegara, que hasta se puso irónic Esto es bastante digital, o es cero, o es uno.

Divertido, pero Vegara sigue sin concretar la evaluación económica de las medidas aprobadas: afectará positivamente, pero no cuantifica cuánto de positivamente. En Economía admiten que el dato no está en el mercado. Quizás par no pillarse los dedos en caso de que el resultad no sea el apetecido. Quizás.