A la att. del Excmo. Presidente de la Comunidad Valenciana, señor Francisco Camps:
¿Esta es la sociedad que queremos para nuestros hijos? ¿Qué ejemplo les están dando desde sus cargos políticos?
Las familias de la Comunidad Valenciana -como en el resto de España- están pasando por momentos realmente difíciles. La crisis económica entra en todos los hogares en forma de paro, constantes subidas de impuestos y falsas promesas de recuperación. La creciente preocupación por un futuro laboral incierto hace imprescindible que los ciudadanos recibamos estímulos positivos por parte de los políticos que tenemos al frente de las instituciones.
Parece que no es suficiente con que desde Madrid nos gobierne el señor Rodríguez Zapatero, un demagogo populista que sólo busca la implantación de su nuevo orden mundial: aborto, eutanasia, educación estatal, laicismo, ideología de género y potenciación de la fractura social para perpetuarse en el poder. También en Madrid tenemos al señor Rajoy, presunto líder de la oposición que no se aclara en aspectos tan fundamentales como el derecho a vivir: el próximo sábado, en un acto de premeditado cinismo sin precedentes, acudirá a la gran manifestación por la vida, por la mujer y la maternidad después de haber realizado en diversas ocasiones declaraciones en las que se confiesa partidario del aborto en los supuestos que marca la legislación actual que, según sus propias palabras, respeta el derecho a la vida de los no nacidos.
Pero veamos, señor Camps, qué es lo que tenemos en casa. En nuestra Comunidad Valenciana la clase política cada vez resulta más decepcionante, el Partido Popular se encuentra dividido en cualquier pueblo o ciudad donde gobierna entre las dos ramas bien diferenciadas de los partidarios de Zaplana y sus seguidores. Sólo se habla del caso Gürtel, de sospechosos intercambios de regalos caros que no están al alcance de ningún ciudadano, de grabaciones con prostitutas, de luchas internas por permanecer en el cargo, etc.
Señor Camps, hasta ahora se nos decía que cierto grupo de comunicación inventaba tramas inexistentes de corrupción para financiar su partido. Quizá sea cierto y los delitos que se atribuyen a determinados personajes del PP sean sólo presuntos casos de corrupción; pero en política, como en la vida, además de ser honrado hay que parecerlo, y, por el momento, la honestidad parece brillar por su ausencia en el PP. Por el bien de todos y para ejemplo de los valencianos, señor Camps, tome las medidas necesarias y no permita que las instituciones sigan por más tiempo en entredicho.
En el Partido Familia y Vida creemos que los políticos deben ser personas al servicio de personas. Lamentablemente determinada casta política -PSOE, PP, UGT, IU, CCOO, ERC, etc.- ha olvidado su vocación de servicio para convertirse en una especie de parásitos con corbata que viven del trabajo de los ciudadanos de a pie.
Partido Familia y Vida
http://partidofamiliayvida.es/
