Sr. Director:
Cuando los hombres no sabemos reconocer nuestras limitaciones y debilidades, corremos el peligro de ensoberbecernos; y esa soberbia generalmente nos lleva a la ruina como personas, pues nos llenamos de cosas, de ambiciones y de pensamientos que nos impiden ver la verdad y la realidad.Tengo en mi mente la escena de un viejo Lama con su alumno, sentados ante ambas tazas. El Lama cogió una especie de tetera y empezó a llenar la taza del alumno, y cuando empezó a rebosar, el alumno le llamo la atención. Entonces el Lama le dijo: "Cuando vacíes la taza, alcanzaras la Sabiduría. Tienes tu cabeza y corazón lleno de muchas cosas, pensamiento, deseos…, que están dirigidos solo a ti mismo, como el líquido que llena la taza, cuando te vacíes alcanzaras la Sabiduría".

Ser un profesor de "Políticas", no implica que se sea un buen político, y menos un gran estadista. Y así ocurre, que desde que ha saltado a la palestra de la Política con mayúsculas, el profesor Iglesias, no se ha dado cuenta de sus limitaciones y debilidades, y que ya no está en una clase de "Políticas". Y la consecuencia son las meteduras de pata, una detrás de otra; que están dejando al aire sus carencias como político. ¿Es incompetencia Por la última, si estuviésemos en país con tradición demócrata contrastada, estaría ya siendo investigado ante un  posible delito electoral que lo dejaría inhabilitado de por vida para la política. A lo mejor se le hacía un favor; podría llegar a madurar y ser un gran profesor y pensador de la Política, y de paso sería un gran bien para nuestra dolorida España. Claro que por otro lado, un cabo, llegó a Canciller de una gran Nación. Y no sólo la dejo destruida y arruinada, sino que también lo hizo con la mayor parte de Europa. Tuvo que venir un Octogenario para sentar las bases y los fundamentos, para que volviese a ser una gran Nación.

Vanidad
Se arroga muy ufano haber sido,
quien provocó que del PP sus sedes,
fueran al acoso sometidas,
en jornada electoral reflexiva;
dejando al descubierto su delito,
vanidad y chulería.
Aprovechándose de una Nación
de lágrimas llena, rota y dolorida.
Al igual que entonces, vuelve ahora
a utilizar el dolor, de la desdicha
y de la ruina.
Queriendo demostrar una fuerza
que sólo es, debilidad encubierta,
y política de incompetencia llena.
Que una cosa es en clase la teoría,
Y otra, ser un gran político,
día tras día.

J. R. Pablos