Sr. Director:

El pasado día 24 leía una nota de prensa en un diario digital agrario titulada "Valls promete reducir en un 3% en las cargas sociales de los agricultores franceses".

Y es que el sector agrario en Francia no solo tiene un importante peso económico sino que además cuenta con el reconocimiento social y la atención de la clase política. La semana pasada, el recién nombrado primer Ministro francés Manuel Valls, recibió a los representantes de la principal organización agraria gala, FNSEA y de la organización de cooperativas, Coop de France.

En el encuentro, Valls ha prometido reducir en un 3% las cuantías de las cargas sociales de los agricultores en 2015, lo que supone un ahorro de 700 millones de euros para el sector agrario.

En nuestro país ha sido el sector agroalimentario el que ha tirado del carro durante toda la crisis, como premio recibe subida de las tarifas eléctricas especialmente a los regantes, retiradas de ayuda a la cogeneración con el cierre de cerca de 20 plantas que tienen como consumo básico los purines de granjas porcícolas, teníamos un ministro potable –bien valorado- y se los llevan, etc. Desgraciadamente no se aprecia un trato parecido entre los dos países.

Domingo Martínez Madrid