Desde el Gobierno se empeñan en afirmar que el discurso del teniente general Mena el día de la Pascua Militar fueron una anécdota. Y ante un grano, se aplican las ordenanzas castrenses y asunto concluido.

Pero hete aquí que los problemas se multiplican y que el teniente general Mena no sólo expresaba su opinión personal, sino que representaba un amplio sentir de la sociedad española en general y de los uniformados en particular. Y es entonces cuando un capital de la Legión se rebela. Y otros callan por miedo. Pero José Utrera Molina, a sus 79 años de edad no tiene nada que perder. Así que agarra el teclado dispuesto a enviar una señal de apoyo y solidaridad con el capitán de la legión. Pueden leer la carta íntegra pinchando aquí.