La patronal eléctrica UNESA ha utilizado el método implantado por Rodrigo Rato para decidir cuál debería ser la subida de la tarifa de a luz, que ya arrastra un colosal déficit de años anteriores. La conclusión es que debería subir más del 30%, aunque, por vergüenza torera, han preferido dejarlo en el 20%.

Lo gracioso es que el partido de Rodrigo Rato ha pedido que la luz no suba más del IPC, es decir, un 3,2%.

Y es que una cosa es estar en el Gobierno y otra en la oposición. El mundo se ve distinto.