También ha defendido la conveniencia de "fortalecer las relaciones" con Navarra y el País Vasco francés, o sea, la gran y quimérica EuskadiEl lehendakari, Íñigo Urkullu, ha comparecido este jueves ante el pleno del Parlamento vasco para explicar su programa de gobierno y las leyes que tiene previsto impulsar su Ejecutivo a lo largo de la legislatura. ¿Lo más destacado Lo de siempre: quiere lograr un "nuevo estatus político" para Euskadi que sea sometido a "refrendo popular", aunque no ha hablado de fechas concretas (en la campaña electoral del PNV se hablaba de 2015).

El lehendakari ha apostado por lograr "un nuevo sistema de autogobierno para dar respuesta a los retos de la sociedad actual". De esa forma, ha defendido la conveniencia de "fortalecer las relaciones" con Navarra y el País Vasco francés. O sea, esa gran Euskadi quimérica que desean los nacionalistas vascos de toda la vida. Definitivamente, parece que Urkullu no quiere quedarse rezagado respecto al catalán Artur Mas y plantea 'nuevo estatus' con consulta popular. Vamos, la independencia.

En la oposición, lo curioso es que el PP se ha mostrado dispuesto a explorar y negociar la oferta de pacto de estabilidad que el lunes planteó Iñigo Urkullu a populares y socialistas. La portavoz del PP vasco, Arantza Quiroga, ha dicho que ese acuerdo es "posible, necesario y estamos dispuestos a intentarlo". "Tiene que ser sin precios políticos, con sinceridad y dejando pelos en la gatera", ha añadido Quiroga, quien ha afeado al lehendakari su insistencia en plantear un nuevo estatus político.

Por su parte, el líder del PSE, Patxi López, ha insistido en que su partido está dispuesto a hablar con el Ejecutivo, pero le ha vuelto ha pedir ofertas más "concretas" y ha insistido en su propuesta de "acuerdos de país". López le ha reprochado una supuesta "falta de rumbo político", unas críticas muy similares a las lanzadas por los portavoces de EH Bildu y UPyD, Laura Mintegi y Gorka Maneiro.

José Ángel Gutiérrez
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