El presidente del PNV considera que existe una crisis institucional de modelo de Estado

 

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, se reunía este jueves con el presidente del PP, Mariano Rajoy. La reunión podría aventurar el fin de la etapa en la que los nacionalistas vascos dieron oxígeno al Gobierno. Incluso la puerta a un entendimiento en el País Vasco que podría echar por tierra el acuerdo entre López y Basagoiti. Pero el PNV sigue jugando a la ambigüedad. Por una parte se pregunta si estamos ante el final de curso, sugiriendo la necesidad de elecciones anticipadas.

Pero también deja abierta la puerta al Gobierno si lo que escucha sobre la reforma laboral, el techo de gasto y el Debate sobre el Estado le resulta satisfactorio. Por eso no responde deliberadamente a la pregunta de con quién se siente más cercano. Ni tampoco si Patxi López debe de estar nervioso tras el encuentro con Rajoy.

Lo que sí tiene claro es que el PP debe de retirar el recurso presentado por la Rioja contra el concierto. Es lo que califica de regularización jurídica del concierto. Urkullu recuerda que fue el Gobierno del PP en el que Rajoy era ministro el que acordó dicho concierto. No hay ninguna duda de la posición del PP a favor del concierto, es una posición conocida, señala Rajoy.

¿De qué hablaron? Rajoy no ha querido ser nada explícito. No hemos tratado de acordar nada, ni enmiendas concretas ni posiciones ante próximas votaciones. Eso sí, aclara que espera tener una relación más intensa en el futuro a pesar de las diferencias ideológicas. O sea que mantiene la esperanza de que el PNV rompa con el Gobierno, cosa que todavía no ha hecho.