Un portavoz autorizado de Banesto ratifica la información de Hispanidad.com sobre la querella penal que Aerolíneas Argentinas (Grupo Marsans) ha interpuesto contra esta entidad financiera, pero afirma que el banco no hará más declaraciones al respecto. Banesto espera que los jueces le den la razón (tres veces ya se la han dado en la vía civil y ahora están en la penal) y poder cobrar los 42 millones de dólares concedidos a Aerolíneas Argentinas en 1994, préstamo avalado por dos aviones Boeing 747. Por cierto, que uno de esos dos aviones ya no vuela, está en el desguace y se utiliza para suministrar repuestos.

Marsans había perdido en todas las instancias judiciales de lo civil, por lo que ha decidido, se supone que para ganar tiempo, querellarse contra Banesto por fraude procesal. El problema ya no son los 42 millones o el embargo  de las garantías, desguazado o no, sino los intereses de demora.

Lo curioso es que la SEPI donó 300 millones de dólares a Marsans para que pagara las deudas de Aerolíneas. Marsans pagó deudas pendientes con Repsol YPF (de otra forma, no habría obtenido combustible), con el BBVA (porque eran créditos avalados por la propia SEPI), pero se olvidó de Banesto. Ahora se ven las consecuencias. Lo cierto es que el crédito de Banesto podría conducir a Aerolíneas a una situación de asfixia financiera.