Sr. Director:

Si piensan que la Gala de los premios Goya está super-politizada a favor de Zapatero y su Gobierno, deberían asistir a los Premios de la Unión de Actores. El respeto y la tolerancia brillaron por su ausencia.

Entre muchas cosas, destacaría el vilipendio hacia la Iglesia y el PP, al más puro y duro estilo totalitario. Los estruendosos aplausos que recibió uno de los jóvenes cuando dijo que lo más le apetecía era tirarle a la cabeza a los obispos el premio recibido por manifestarse contra las bodas gay fue el broche de oro de la intolerancia que nos acosa desde la izquierda anclada en un retrógrado anti-derecha y anti-Iglesia que recuerda la persecución republicana de los años treinta.

Juan Luis Martínez

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