La sucesión de Rafael del Pino Moreno en Ferrovial es un hecho. El primogénito, Rafael del Pino Calvo-Sotelo, actual presidente de Ferrovial, junto a sus hermanos, María y Leopoldo, que también trabajan en la firma constructora, se quedan con el control de la matriz, en el bien entendido de que será gestionada por Rafael (María trabaja en la Fundación y Leopoldo en la filial de aparcamientos). Por su parte, Joaquín y Fernando del Pino, especialmente este último, que no aceptan la primacía de su hermano mayor, han decidido volar separados. Para ello, el padre, salomónicamente, ha decidido cortar al niño en pedazos (Salomón no llegó a tanto, pero se lo planteó como proyección de futuro e instrumento de presión) y ha decidido que los tres ferroviales se quedan con el grupo constructor mientras a Fernando y Joaquín se les hace un patrimonio a su medida, gestionando participaciones minoritarias en todo tipo de empresa y como gestores de fondos.

De ahí que resulte especialmente relevante la información publicada hoy el gratuito económico Negocio, sin duda el diario económico más valiente entre los que hoy se editan en España, al menos al atreverse a hablar de las grandes fortunas.

Sin embargo, la succión en casa Del Pino aún no está cerrada. Culminará cuando Rafael del Pino Moreno ceda los poderes, lo de Ferrovial y los de la nueva cartera de valores de Fernando y Joaquín, a todos sus hijos, a los cinco, en su totalidad manifiesta.