Sr. Director:
Mañana y los dos siguientes días Sevilla acoge la celebración de un Congreso internacional sobre el aborto.

 

El Congreso se organiza con la finalidad de que los asistentes puedan compartir las nuevas técnicas para la práctica de este genocidio, el aborto. Para aquellos que consideramos la vida como un valor supremo la noticia es un escándalo porque el aborto se ha convertido en un negocio, como si fuera una mera práctica quirúrgica más.

Los defensores del aborto ya no sólo no quieren hablar del neonato, sino que ni siquiera hablan del drama de la mujer, como sí sucedía hasta no hace tanto tiempo. Y es que desgraciadamente, para muchos el aborto ha dejado de ser una tragedia humana para reducirse a un problema meramente técnico e instrumental.

Por eso, frente a la frialdad con la que se defiende la organización de este Congreso destaca la calidez humana, y por ello cristiana, de la Carta Pastoral que el Arzobispo de Sevilla ha dedicado a la cuestión y que recomiendo a nuestro lectores. Porque no voy contra los que quitan la vida sino a favor de toda vida les pido que reflexionen.

Jesús Domingo Martínez