El diseño Moneo era estupendo para un hotel; amplios pasillos, patios acristalados, muchos aseos para las visitas estilo Preysler. En la práctica: muchos despachos y pocas habitaciones de hospitalización. El ideario de Esperanza Aguirre y el consejero Lamela era: Atención integral de la madre y del niño, habitaciones individuales con bañeras de importación para el bebé, mecedoras para la mamá y muchos más artículos de diseño y presupuesto Moneo. De manera que bebé y mamá estuvieran en todo momento juntos y así evitar ciertos riesgos.

Así hemos conseguido un edificio ultramoderno, que nació pequeño para las necesidades que ya se preveían.

Actualmente hay 2 unidades con habitaciones reformadas: las bañeras millonarias desaparecieron, ahora estarán en algún almacén, las mecedoras de diseño (1000 euros) también. En una habitación calculada para una paciente, ahora se hacinan dos mujeres, dos niños y dos acompañantes. Por supuesto para bañar a los bebés , hay que llevarlos a un nido para todos.

Nuestra queja es por el gran derroche de medios humanos y económicos, para finalmente conseguir una maternidad peor que la que teníamos hace 10 años, en la que ya existían habitaciones individuales para las madres con sus bebés y más comodidad en la atención integral de ambos.

Margarita Jerez Casas

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